
Ventas Angloamericanas de armas ayudan a reforzar ataques Sauditas a civiles en Yemen
Un informe elaborado por un panel de investigación de las Naciones Unidas, entregado al Consejo de Seguridad y filtrado durante el fin de semana pasado a importantes medios de comunicación da cuenta de ataques “generalizados y sistemáticos a la población civil” por parte de una coalición liderada por Arabia Saudita en su campaña de bombardeo aéreo contra rebeldes hutíes en Yemen, en lo que constituye una grave violación del derecho internacional humanitario. Dicho informe causó alarma inmediata entre ciertos sectores en Gran Bretaña, país que es proveedor masivo de armas a Arabia Saudita, y que suministra, asimismo, asesores militares a los saudíes para sus operaciones en Yemen.
Entre otras cosas, el informe declara: “El panel documentó que la coalición (liderada por Arabia Saudita) había llevado a cabo ataques aéreos contra civiles y objetivos civiles, en violación del derecho internacional humanitario, incluyendo sitios tales como campamentos para desplazados internos y refugiados; reuniones civiles, incluyendo bodas; vehículos civiles, incluidos autobuses; zonas residenciales civiles; instalaciones médicas; escuelas; mezquitas; mercados, fábricas y depósitos de almacenamiento de alimentos; y otras infraestructuras civiles esenciales, tales como el aeropuerto de Saná, el puerto de Hudaydah y rutas de tránsito interno.”
El panel de expertos sobre temas afines a Yemen informó que había “documentado 119 vuelos de combate de la coalición relacionados con violaciones de leyes humanitarias internacionales.” El informe añade que “muchas misiones aéreas constaban de ataques aéreos contra varios objetivos civiles a la vez. En los 119 vuelos de combate, el panel identificó 146 objetivos atacados.”
Tras el informe, el gobierno del primer ministro conservador británico David Cameron se encontró bajo presión inmediata de políticos opositores y de defensores de los derechos humanos para detener la venta de armas a los saudíes. Bajo su gobierno, Gran Bretaña se ha convertido en un proveedor masivo de armas a Arabia Saudita: casi 4.500 millones de dólares sólo en los primeros nueve meses de 2015 y unos diez mil millones de dólares desde que Cameron asumió el cargo de primer ministro en 2010.
Del mismo modo, Estados Unidos, a finales del año pasado, aprobó unos 12.500 millones de dólares en ventas de armas y buques de guerra a los saudíes, desafiando una llamada internacional para la suspensión de ventas de armamentos al país árabe, debido a los crímenes de guerra documentados y acusaciones de abusos a los derechos humanos. Cerca de 1.300 millones de dólares de ese total fue para la compra de bombas guiadas por láser y “de uso general”, en un momento en que los saudíes fueron aumentando sus ataques aéreos en Yemen.
La venta internacional de armas a los “países apoderados” de las superpotencias por parte de los principales proveedores de armamentos a nivel global —quienes sirven, además y paradójicamente, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU— constituye la principal amenaza para la paz mundial y el principal motivador del incesante estado de guerra en el cual vive el mundo entero.